viernes, 24 de abril de 2015

Trastornos Mentales



Nociones esenciales para entender los trastornos mentales
La prevalencia de los trastornos mentales es alarmante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cuatro personas sufrirá un trastorno mental a lo largo de su vida; además, son la primera causa mundial de discapacidad. No es de sorprenderse que la mayoría de nosotros tengamos algún conocido, cercano o distante, padeciendo los estragos de alguna enfermedad mental. Además, la OMS reporta que en países en desarrollo, como México, de un 75% a un 85 % de la población con trastorno mental no tiene acceso a ninguna forma de tratamiento.
Es importante considerar que tanto la nosología (que se encarga de describir, diferenciar y clasificar las enfermedades) como la epidemiología de las enfermedades mentales es inseparable de su conceptualización. Esto no significa que los procesos patológicos no sean auténticos, simplemente resultan difíciles de definir ya que están condicionados por factores históricos y culturales. Así por ejemplo, lo que ahora se conceptualiza como un esquizofrénico, desde una concepción religiosa pudo haberse considerado como un “poseído”, “mesías” o “chamán”, con consecuencias psicosociales totalmente distintas. De forma similar ocurrió con la “histeria”, un desorden que estaba conceptualmente anclado a las creencias de cierta época sobre la anatomía femenina y que actualmente tienen poca relevancia clínica. Por eso, algunos estudiosos insisten en que el análisis antropológico e histórico de la enfermedad mental forzosamente incluye un análisis de discurso. Para una discusión más detallada recomiendo este buen texto de José Carlos Bermejo.

En la actualidad, la medicina y en especial la psiquiatría dominan –por así decirlo– el discurso de las enfermedades mentales. Los criterios diagnósticos y taxonómicos se encuentran compilados y consensuados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Sociedad Estadounidense de Psiquiatría. Sin embargo, no debemos olvidar que a diferencia de muchas otras enfermedades orgánicas, ninguno de los trastornos mentales cuenta con una prueba de laboratorio para confirmar su diagnóstico. En su lugar, los psiquiatras y psicólogos guían sus diagnósticos mediante reportes de síntomas clínicos bastante subjetivos, para luego hallar una correspondencia con criterios descritos en el DSM. Hasta el momento, el manual va en la quinta edición, varios diagnósticos han aparecido y desaparecido o han sido reorganizados, como la homosexualidad –que ahora es considerada una conducta normal– o los subtipos de la esquizofrenia y el autismo.

Aspectos culturales en Semana Santa para los guatemaltecos





Semana Santa


La Semana Santa se celebra cada año entre Marzo y Abril y es una tradición religiosa que celebra la cuaresma y la Semana Santa. La tradición incluye la creación de las alfombras, procesiones, vestimentas, música y su propia comida.

Las alfombras de serrín, flores o frutas constituyen una de las características más importantes de las celebraciones de la Semana Santa guatemalteca.

Las largas y extraordinarias alfombras propias de la cultura guatemalteca forman parte del llamado arte popular efímero y están enraizadas en la memoria colectiva del guatemalteco desde hace mucho tiempo. Son un claro ejemplo del sincretismo religioso y cultural.

Su origen tiene dos fuentes: en la época prehispánica se sabe, por los cronistas españoles del siglo XVI y los testimonios indígenas escritos, que los señores y sacerdotes caminaban, en ciertas ceremonias, sobre alfombras de flores, de pino y de plumas de aves preciosas como quetzal, guacamaya y colibrí.

Esta tradición mesoamericana se encontraba presente, en particular, entre los indígenas tlaxcaltecas que durante la Conquista, en el siglo XVI, fueron traídos como personal militar de apoyo por los conquistadores iberos. En la ciudad de Santiago de Guatemala, en 1527, a estos indígenas les fue asignado solar para vivir en donde hoy se encuentra el pueblo de Ciudad Vieja, en Sacatepéquez.

Por otro lado, a ello se suma la influencia española, particularmente de las Islas Canarias, en Tenerife e Isla de la Gomera, en donde se elaboraban alfombras desde tiempos remotos, ya que hay testimonios escritos del siglo VII, confeccionadas con tierras de colores, arenas y también de flores. Otra tradición primitiva catalana consistía en sembrar el suelo, por donde debía pasar la procesión del Corpus Christi, de ramaje de plantas olorosas como el romero o el espliego que, junto a los pétalos de rosas que se echan al paso del Santísimo Sacramento, crean un ambiente especial, medio campesino medio urbano por donde había de pasar la procesión. El valor sagrado del incienso o del copal lo adquiría en sentido traslaticio el romero o la murta que los huérfanos valencianos esparcían antes del comienzo de la procesión. En algunos lugares, como Toledo, donde la tradición procesional es también muy antigua, además de ese alfombrado se construían arcos.

Los guatemaltecos nos sentimos orgullosos de ser parte de la herencia cultural de un país, que conjuga, de manera única, magníficos escenarios naturales, diversidad étnica, coloridas tradiciones y la sonrisa amable de su gente.

Semana Santa es una época que en Guatemala se vive de una manera muy intensa y particular.

Son las Hermandades, Avocaciones y Cofradías de Pasión quienes con gran devoción y dedicación  se preparan durante todo un año, para el día de la procesión de Jesús Nazareno, Cristo Yacente y La Santísima Virgen de Dolores.

Estas manifestaciones de fe pública están profundamente arraigadas en la espiritualidad de la mayoría de los guatemaltecos, y por generaciones se han heredado.

El fenómeno social que se da alrededor de un cortejo procesional es enorme, es una fuente de unidad, ya que al paso de las diferentes procesiones las familias y vecinos elaboran alfombras artísticas.

En Quetzaltenango, al occidente del país y en Chiantla, Huehuetenango, se combinan las procesiones con las representaciones en vivo de la pasión y crucifixión de Cristo.

Andas procesionales: La participación activa en una procesión como aspirante, sayón, cargador, penitente, religioso, caballero de una comisión de honor o músico, demanda una presentación especial, dependiendo de la comunidad en donde se lleve a cabo el desfile sacro. La presentación de los participantes en las procesiones depende, en gran medida, del tipo de advocación que se lleva, siendo distintas las de Jesús Nazareno que las del Santo Entierro. 

Las más espléndidas y elaboradas alfombras son las de La Antigua Guatemala. Es su lugar de origen y de donde irradiaron a la Nueva Guatemala de La Asunción (Ciudad de Guatemala) en 1773 y al resto de pueblos y ciudades del país. Existen alfombras de flores y frutos, como las de San Bartolomé Becerra, en La Antigua Guatemala; de aserrín y símbolos cristianos barrocos, en la Calle de las Ánimas, cerca de La Merced o las de la Calle de la Amargura y del Callejón del Judío en el Barrio del Cerro del Carmen en la Ciudad de Guatemala.



Visita al Santísimo y los altares:  Los altares tradicionales de Cuaresma y Semana Santa, son otros de los grandes atractivos con que cuenta nuestra ciudad en esta temporada. Presenta una combinación de elementos propios que combinan el sentir y pensar de culturas diferentes, unidas por la fe cristiana. En esta temporada, todos los templos católicos del país presentan monumentos temporales, algunos de estos, ilustran pasajes de la Biblia y son utilizados con fines didácticos. En la confección de los mismos se hace un derroche de imaginación que impresiona los cinco sentidos, en exquisitas combinaciones de flores, que son puestas en vistosos arreglos, junto a frutas tropicales, presentando una sinfonía de colores enriquecida con la voz de aves cantoras locales, que forman un marco impresionante para las imágenes.

Alfombras de aserrín: Los rituales y actividades sacras que se llevan a cabo en Semana Santa es una demostración única y espectacular a la que asisten anualmente guatemaltecos y extranjeros. Las andas procesionales avanzan lentamente por entre nubes de incienso, al compás de la música que toca una banda. El día previo a salir la procesión de la iglesia, se hace una vigilia (velaciones) y las imágenes son colocadas en el anda por las hermandades.



Decenas de hombres cargan en hombros las pesadas procesiones que cambian de decoración año con año. Las imágenes de Cristo visten hermosos vestidos de terciopelo, bordados con hilo de oro o plata. Algunas de las procesiones llevan más de un anda, normalmente acompañan al Cristo: María, María Magdalena y San Juan; o bien son precedidas por un Vía Crucis. Los horarios y recorridos de las procesiones son difundidos en los medios de comunicación a fin de informar el recorrido.

Los Cucuruchos:
Se llama así a las personas que cargan las andas procesionales.